El prestante intelectual e insigne historiador, José Manuel Rodríguez Pimienta, me informa que esta edificación que aparece en las fotos , data aproximadamente de comienzos del siglo XIX y por su estructura, diera a entender que la idea era para ser usada como un convento. A finales de ese mismo siglo , bajo el gobierno de Florentino Goenaga como gobernador del Magdalena funcionó una Escuela de Artes y Oficios y luego fue convertida en sede carcelaria. En la parte frontal de la edificación cuenta con catorce ventanas y por ello tradicionalmente fue conocida con ese nombre. En 1963 esta cárcel pasó a a la nueva sede que mandó a construir en el gobierno del General Gustavo Rojas Pinilla y allí se instaló el colegio Hugo J. Bermúdez que había sido creado por Acuerdo del Concejo de Santa Marta en diciembre de 1960 y transitoriamente funcionó esta institución educativa en la casa donde por mucho tiempo funcionó el almacén Mercurio. A comienzos de 1963 fue trasladado al lugar donde actualmente cumple sus funciones académicas. Infinitas gracias al Maestro José Manuel Rodríguez Pimienta por esta información.
Reflexionamos: En la cárcel se encierra el cuerpo y en ocasiones el espíritu humano; aunque hay una frase de Nelson Mandela, el Gran Mandela, que en la cárcel le encerraron el cuerpo, pero su alma voló y su imaginación creadora de una nueva nación surgió redentora, la Nueva Sudáfrica. Hoy, en ese sitio , en Santa Marta, frente al parque San Miguel, existe la institución educativa Hugo J. Bermúdez, para que la inteligencia se alimente de información de ciencia y arte; que gozosa se solace la imaginación que perfeccione a los educandos, ya que definitivamente la Educación es la que transforma a los pueblos. Una Educación de Calidad, es la que necesitamos urgentemente en nuestro país.
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