Ayer, 24 de diciembre , observé un hecho que me generó una reflexión: niños del vecino país de Venezuela, con rostros radiantes, ya que una persona les daba regalos y repartía pasteles a los padres de los niños. El rostro de la señora que distribuía los regalos, era la más radiante de felicidad de todos los presentes…
Continuando en mi reflexión; estimo que hay en Santa Marta unos cientos de Venezolanos, a manera de ejercicio de cálculo, supongamos que sean unos diez mil. Grupos de cuatro , serían dos mil quinientos grupos. Dos mil quinientas viviendas en Santa Marta, que hubiesen aceptado en sus hogares en esa » Noche Buena» para haberles ofrecido Solidaridad y Amor Al Prójimo , unos regalos así fueren baratos, comida y lo más importante calor humano. Todos sabemos que muchos de los Venezolanos duermen en las calles de Santa Marta ( especialmente en las calles céntricas) , ese día del recuerdo de la Llegada del Salvador era el momento propicio para actuar de acuerdo a sus Enseñanzas.
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